La vida cultural de nuestra ciudad ha ido empobreciéndose, año tras año,
desde el cambio de gobierno, ahora en manos de ICV-EUIA-ISF-CIU.
Han desaparecido las programaciones teatrales de temporada, en el Centre
Parroquial, han desaparecido los conciertos de temporada, en el Auditori, los
conciertos Familiares y el abono TC10 (los diez tickets a 3 € la sesión), la
exposición permanente de La Ruta Modernista
y el resto de actividades e iniciativas, desaparecen o no encuentran ningún
apoyo municipal, o lo que encuentran son problemas, como la compañía de Opera de
Sant Feliu que lucha por mantener una programación estable y nuestro
ayuntamiento les niega un local para ensayar.
Eso si, se montan mesas de debates culturales, donde prima la actitud
política a la cultural y confunden la vida cultural de nuestra ciudad, basada
en la iniciativa popular con sus intereses de partido, todo ello envuelto en un
adecuado marco de pose cultural y palabras vacías. En tres años de gobierno
municipal ese es el balance cultural de nuestro ayuntamiento.
Con estos antecedentes culturales no es de extrañar la actitud de nuestro
gobierno municipal hacia el proyecto, del PSC, de la creación de la biblioteca
comarcal JOANA RASPALL en la nave de Can Bertrand, un equipamiento de uso
público que pertenece a las ciudadanas y ciudadanos de Sant Feliu. Nuestro
gobierno municipal pretende ceder la nave de Can Bertrand a la Generalitat para
montar la escuela de Hotelería.
No parece muy inteligente ni adecuada a las necesidades de nuestra ciudad
esta decisión si ya existen dos centros impartiendo clases de Hotelería en Sant
Feliu: El Palau Falguera y la Escuela Marti Dot. Además, en Mas Lluí, hay unos
terrenos calificados de equipamiento público, donde estaba previsto que la Generalitat
construyese la futura escuela de Hotelería. Porqué privar a Sant Feliu de la
biblioteca comarcal JOANA RASPALL en Can Bertrand, equipamiento que dinamizaría
la zona, y privar del futuro equipamiento en forma de escuela de Hotelería a
Mas Lluí, con la consiguiente y necesaria dinamización de la zona.
O tienen prevista una recalificación del terreno y no les conviene
construir la escuela en Mas Lluí.
Estamos de acuerdo que la actual biblioteca, la Montserrat Roig, situada en
un edificio emblemático de nuestra ciudad, con más de 20.000 abonados, casi la
mitad del censo de Sant Feliu y más de 1200 visitas diarias no cubre las necesidades
actuales. Muchos estudiantes se van a la biblioteca nueva de Sant Joan Despí,
para estudiar o a las bibliotecas de las Facultades, ya que en Sant Feliu es
imposible. Por mucho que se pueda ampliar, nunca dispondría de los 3000 m de la futura
biblioteca Joana Raspall, donde si habría espacio para la biblioteca comarcal
(somos capital de comarca), un centro cultural y para todas las necesidades de
futuro, relacionadas con la vida cultural de Sant Feliu, que puedan surgir (zona
de estudio nocturno, sala de actos y conferencias, sala de exposiciones,
informatización integral, cafetería, etc.), tal como queda reflejado en los
planos realizados por la
Diputación de Barcelona en diciembre de 2010.
Parafraseando unas frases del artículo de Josep Maria Montaner, arquitecto
y catedrático de la
ETSAB-UPC , “Nos vemos en la biblioteca” publicado en ElPaís,
encarte de Catalunya, el jueves 27 de febrero “…Unas bibliotecas que,
evolucionen como evolucionen, van a seguir reforzando esta capacidad de
inclusión que han ido consiguiendo a lo largo del tiempo y van a seguir
explorando las enormes posibilidades de fomento de la formación, creación,
interacción personal y cohesión social que tienen.
La cultura si no está viva no es
cultura. Las consecuencias de
manipularla para obtener réditos políticos, premiando a unos y ninguneando a
otros son la esterilidad cultural, la pobreza de ideas y acaba contagiando a
los que pretenden beneficiarse de tales artimañas.
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