divendres, 21 de desembre del 2018

(In) seguridad ciudadana


En Sant Feliu se ha incrementado la sensación de inseguridad ciudadana, convirtiéndose en una preocupación para las vecinas y vecinos de nuestra ciudad.

Para resolverlo primero habrá que reconocer su existencia, conocer su dimensión y actuar en consecuencia.

El crecimiento de la percepción de inseguridad es el resultado de los acontecimientos que se han producido en la ciudad, como el incremento de hurtos en las casa en agosto, la pelea durante las Festes de Tardor, o los más de 14 robos mediante tirones, amenazas y agresiones que protagonizaron un par de jóvenes, sin vínculos con nuestra ciudad, durante dos días y ello a pesar de la rápida y eficaz respuesta policial que permitió detener y encarcelar a estos jovenes.

Aunque la situación global de nuestra ciudad sea mejor que la de otras poblaciones cercanas, no es un consuelo. Toda la ciudadanía de Sant Feliu y especialmente las víctimas directas de esos sucesos, necesitan no solo la solidaridad, el apoyo y la comprensión sino también, y sobre todo, soluciones policiales, convivenciales y sociales necesarias para superar la sensación de inseguridad que se ha generado.

Por eso en el PSC entendemos como legítima y razonable la participación de vecinas y vecinos de la ciudad en una concentración para exigir soluciones a este problema, soluciones que se están aplicando.

Pero esa comprensión se transforma en el más absoluto rechazo de los intentos de instrumentalizar la concentración por parte de fuerzas de extrema derecha, como PxC, añadiendo unos tintes xenófobos e intolerantes que la majoría de la ciudadania no comparte. Acabó de desvirtuase el motivo de la concentración con la presencia de grupos antifascistas, que al recriminar, la presencia de PxC, consiguieron que muchas vecinas y vecinos se sintiesen dolidos al sentirse confundidos con los extremistas, al no ser conscientes de quién convocó la concentración.

A pesar de que la situación ciudadana se ha normalizado, la sensación de inseguridad permanece. El consistorio ha tomado las medidas, que están en su mano poder aplicar, al margen del excelente trabajo realizado por la Policía Local y Mossos.
Sant Feliu ha sido siempre una ciudad de acogida que ha luchado siempre por una buena convivencia, cohesión social y el respecto a la diversidad. Lo que entre todos no podemos tolerar es que la convivencia y la paz ciudadana sea manipulada por oscurós intereses políticos.